CONCLUSIONES SOBRE LOS ACTOS DE CORRUPCION COMETIDOS VILMENTE DURANTE EL PASADO GOBIERNO EN LA JAPAY.
Nadie se hubiera imaginado que la Japay se convertiría al final del pasado gobierno en la paraestatal con mayores índices de corrupción, donde los jefes de área se iban a convertir en individuos mañosos, amantes del dinero ajeno y encabezar todo tipo de irregularidades penadas por la ley como acoso laboral, sexual, despidos injustificados y chanchullos descarados ante la vista y paciencia de los exdirectivos.
Hoy la herencia ha sido más que maldita, proveniente de un gobierno que de principio a fin les valió las necesidades de los yucatecos, la onda era sacar dinero fácil a costilla de lo que fuera.
Es por ello que de manera por demás irresponsable fueron entregadas instalaciones en situaciones de espanto, sitios donde ni siquiera pueden caminar con libertad los nuevos directivos, y la pregunta cómo pueden los encargados de estas instalaciones no sentir un poco de vergüenza por su pésima labor.
Por si fuera poco, la nueva dirección general tiene que enfrentar situaciones terroríficas a nivel sindical, donde los enfrentamientos entre varios trabajadores sindicalizados están a la orden del día, unos a favor de su controvertido “líder”, Manuel Barrera Garrido y otros intentando hacerlo pedazos.
Así de terrible es el ambiente laboral, la pregunta hasta cuándo habrá paz y tranquilidad en su interior, y también surge la pregunta se interpondrán las denuncias correspondientes, pues los actos corruptos están por doquier hasta dentro de las tuberías donde escasamente pasa el agua potable.
En resumen, un sitio que sigue en alerta roja, por lo que la nueva dirección general tiene que remar contra la corriente diariamente, pues una de sus peores pesadillas son las pésimas instalaciones herencia del gobierno anterior, empleados que no les gusta el nuevo color y un sindicato cuya cabeza principal fue amigo de los exdirectivos, es decir los enemigos están en casa.
Por EL PRINCIPAL