LXIII legislatura más de lo mismo

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16-12-2021.- Como el conocido dicho “mucho ruido y pocas nueces” es lo que hoy significa la LXIII legislatura, donde los integrantes de la bancada azul junto con otros representantes populares le recetaron por anticipado su regalo navideño a los miles de yucatecos: una impresionante cascada de nuevos impuestos.

Sin embargo, esto no es nuevo, desde la anterior legislatura que fue presuntamente lidereada por Felipe Cervera Hernández, cada fin de año se obsequiaba a los habitantes de Yucatán una lluvia de impuestos vía palacio de gobierno.
En donde varios priístas como Lila Frías, Warnel May Escobar, Luis Borjas y otros eran los primeros en alzar la mano, inclusive hasta defendían con uñas y dientes el incremento de estos impuestos, lo que generó posteriormente en una lucha mediática con el desordenado presidente estatal del tricolor, Pancho Torres.
Peor aún desde la pasada legislatura, las puertas del Congreso del Estado se cerraron de manera rotunda hacia los ciudadanos, y con el pretexto de la pandemia del Coronavirus ni soñar que pasaran.
Eso sí, con todo y las miles de muertes, los ex legisladores sesionaban de manera presencial, lo que tuvo como saldo varios diputados enfermos y empleados afectados por el Covid 19.
Nunca tomaron de ejemplo el trabajo en línea como el que sigue realizando el Ayuntamiento de Mérida, pues la grilla y sobre todo ante la cercanía del proceso electoral, muchos de los entonces legisladores querían de perdis continuar en sus cargos, o diputaciones federales y alcaldías, es decir primero lo primero: nuevos cargos de elección popular sin los merecimientos respectivos.
Hoy las cosas no han cambiado, solamente tienen acceso los periodistas de diferentes medios, el ciudadano bien gracias, pues como ejemplo tenemos el reciente plantón de empleados del poder judicial, los cuales nunca fueron recibidos por NADIE, con el pretexto de que estaban sesionando y que todo estaba ocupado en su interior.
Hoy los diputados en especial los que integran la mayoría han imitado a la perfección la negativa conducta de no atender a nadie, pues primero está el protagonismo político, de generar leyes y más leyes que muchas veces van en contra de los intereses ciudadanos, de diputados que gritan y se encienden en tribuna en forma ridícula por temas que solamente ellos entienden.
La pregunta por qué hoy los que tanto atacaron a la mayoría priísta de la pasada legislatura por qué no se permite la entrada de los ciudadanos, por qué la mayoría de los diputados no regresan a sus distritos, por qué varios de éstos no conceden entrevistas y ven a los periodistas como si fueran apestados.
Dónde quedó la cortesía de saludar y tratar con respeto a los comunicadores que acuden regularmente a las sesiones legislativas por los responsables de la prensa legislativa, de refugiarse entre los diputados de la corriente política a que pertenecen para no tener trato alguno.
Lejos quedaron los tiempos de ex jefes de prensa como Israel Medina, Daniel Cárdenas y otros que trataban de manera profesional a los periodistas, increíble la falta de respeto hacia los comunicadores, quienes hay que decirlo muchos de ellos no se dan a respetar y permiten este tipo de trato.
Hoy dentro del edificio de “cartón” legislativo que ya tiene una visible falta de mantenimiento, no tiene brillo ni calor humano, pues los legisladores que les encantan salir en fotos y videos, muchos de ellos al parecer no aprendieron las reglas básicas de educación, pues el saludo es fundamental para dejar una buena imagen.
Claro que existen honrosas excepciones y ayer durante la fugaz instalación de la diputación permanente, la legisladora panista, Pili Santos que conjuga juventud, belleza y capacidad legislativa, demuestra ante propios y extraños tener una educación excelente, además de que es de las pocas legisladores que han regresado a su distrito,
Es por ello que aquellos legisladores que prometieron regresar y entregarse con todo a la gente que votó por ellos solamente fueron palabras huecas y punto.
El ser legislador, no es solamente de gozar oficinas de gran lujo, es el estar pendiente de las necesidades de la gente, el Congreso no es un pasarela de modas, además de que cuando se utiliza la tribuna no es para decir barbaridad y media y andar utilizando de manera burda y ridícula la figura de Felipe Carrillo Puerto.
Este es el Congreso de la LXIII legislatura, aunque existen afortunadamente otros diputados que a pesar de ser minoría no se han rajado y están haciendo una labor diferente, pero se necesita más de aquellos que son mayoría, para no seguir siendo un Congreso insensible con sus electores

Por EL PRINCIPAL