Las piezas fueron entregadas por la señora Mónica Naranjo Talancón al Director en Yucatán del INAH y pertenecieron a su esposo Joao Domingo Branco Dos Santos, que recientemente falleció y que dedico parte de su vida a documentar el patrimonio arqueológico de todo México.
El Director del INAH en Yucatán puntualizo: “el INAH reconoce con un agradecimiento a todos los ciudadanos que han contribuido a la preservación del legado cultural arqueológico, en especial agradecemos la contribución del señor Jao Branco y su esposa la señora Monica Naranjo y su respeto a la normatividad en materia de monumentos arqueológicos. Hoy se devuelve a la Nación, este patrimonio que pertenece a todos los mexicanos y que debemos de preservar para las generaciones futuras”.
La colección 2032.P.F. fue debidamente registrada en el año 2009 por la Dirección de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos a favor del finado, quien dispuso que dicho patrimonio fuera reintegrado al INAH al morir, para que se continúen las investigaciones y puedan eventualmente exponerse en los museos.
Los bienes arqueológicos recuperados serán enviados a la Ceramoteca del Centro INAH Yucatán con sede en Mérida, para que forme parte de sus acervos, y puedan ser apreciados por todos los estudiantes, arqueólogos, investigadores etc. Una vez culminada las investigaciones se contempla su exhibición en los museos del INAH en Yucatán.