Ciudadanos se quejan de excesivo burocratismo en las oficinas de la administración del patrimonio de la beneficia pública de Yucatán

De acuerdo a los informes recibidos, la dependencia estuvo por mucho tiempo a cargo del contador Miguel Ángel Cabrera Palma, que realizó una labor encomiable al frente de ella, otorgando apoyos de diversos tipos a personas de las clases más desprotegidas, que iban desde medicamentos, pasando por lentes, prótesis, órtesis, apoyos funcionales como aparatos auditivos, bastones, sillas de ruedas, cirugías y un sin fin de cosas, que se otorgaban a quienes lo necesitaran, previo estudio socioeconómico y por medio de recursos que se obtenían mediante donativos privados y financiamiento público.

El caso es que la ciudadanía señala que desde que Mauricio Vila asumió el gobierno del estado, puso al frente de la dependencia, como directora general a Zazil Méndez Hernández, protegida política de Rosa Adriana Díaz Lizama, coordinadora de la fracción legislativa del blanquiazul

Zazil Mendez, fue candidata a diputada local por el sexto distrito, siendo derrotada por el priista Marco Nicolás Rodríguez Ruz, que a base de sencillez y contacto con la gente, derrotó a la panista.

De conformidad a nuestros informes y pesquisas, Méndez Hernández condiciona y limita la ayuda, se queja de falta de recursos y presupuesto, amén de propinar malos tratos a solicitantes por parte de su personal.

Ahora bien, en los anteriores gobiernos donde se desempeñó Cabrera Palma esta dirección siempre destacó por su eficiencia y capacidad, por lo que miles de personas accedieron a diversos aparatos ortopédicos, operaciones de cataratas y rodillas, prótesis de senos, el apoyo de tanques de oxígeno a personas con problemas cardiacos.

Es decir que esta dependencia estatal cumplía al cien por ciento su objetivo de apoyar a la gente con discapacidad, enfermos y sobre todo a las familias de escasos recursos para la obtención de un medicamento.

Llama poderosamente la atención el cambio que hoy existe en esta dirección estatal en donde la gente que acude se va con un mal sabor de boca y que no da crédito a tantos cambios, cuando hasta por un simple medicamento tiene que entregar un mundo de papeles, como si el dinero que sale de esta dirección fuera de sus bolsillos, claro que no faltará quien diga que es por la austeridad y transparencia, palabras huecas que no se cumplen para nada en el actual gobierno.

También es importante recordar que al principio de la gestión de la actual titular los despidos fueron implacables, sacándose a gente con muchos años de experiencia, en especial una trabajadora social que padece de artritis reumatoide y que no se le tomó en cuenta precisamente este padecimiento y que dependía de su trabajo para vivir, además de que tenía un tratamiento permanente y que gracias a esta institución podía controlar el avance de su enfermedad con unos medicamentos especializados, nada de eso se tomó en cuenta ni su experiencia ni sus 15 años de experiencia y excelente trato con la gente, simplemente se le despidió y punto, faltó solamente decir que eran gente del PRI, cuando este personal nunca participaba en ningún evento de carácter partidista, eran simples trabajadores.

Finalmente, los cambios en el presente gobierno en una dirección que debe ser sensible y apoyar a quien menos tiene hoy cuenta con numerosas trabas para obtener un mínimo apoyo, así el cambio y las falsas promesas de que la salud es primero.